Campiñeando Ruta 25
Amador Fernández
14
abril
2025

El pasado sábado 5 de abril se realizó la ruta número 25 entre los pueblos de Robledillo de Mohernando y Malaguilla. Mas de 200 personas inscritas, siendo el número de asistentes algo inferior debido a la climatología.
Amaneció nublado, pero sin amenazar lluvia. El día anterior fue muy lluvioso (unos 50 litros m2). por ello todo el recorrido estaba con charcos, teniendo que vadear en algún punto los arroyos que bajaban con bastante caudal.
En el inicio del recorrido se explicó unos apuntes breves sobre la historia de Robledillo, desde sus inicios como población hasta nuestros días: Amador Fernández que en esta ocasión hizo de guía. Explicó que Robledillo fue poblado en tiempos de la reconquista, reinando Alfonso VI de León, pasando posteriormente a pertenecer a la Orden Militar de Santiago cuyo maestre residía en Uclés (Cuenca). Pasados unos años, se creó la Encomienda de Mohernando gobernada por el comendador y a la que pertenecieron los 5 pueblos: Humanes, Cerezo, Robledillo, Razbona y Mohernando. En el siglo XVI, el rey Felipe II enajena la citada encomienda a su secretario D. Francisco de Eraso, casado con D.ª Mariana de Peralta. Después paso a sus herederos y posteriormente al Condado de Humanes. Es aquí, hacia el año 1812, cuando Robledillo y los 5 pueblos dejan de pertenecer al condado de Humanes y pasarían a ser independientes.
La ruta la iniciamos por la calle de Malaguilla, pasamos el arroyo de la Tenería (lugar que en siglos pasado se curtían pieles) procedentes del ganado del pueblo. A continuación, se comentó que existió una ermita en honor a San Roque (hoy desaparecida). Su construcción se remonta al año 1525. Su intención fue la de rogar al santo para que les protegiera de la peste bubónica.
Bajamos por el angosto camino de las eras de San Roque, vadeamos los arroyos de Carramalaguilla y de la Vega, llegando al cruce de Valivierno (Valivañez) con el camino de los Manzanos. El tiempo acompañaba, los campos sembrados de cereal, guisantes y algunos de colza presentaban un verde espectacular. A la derecha de nuestra ruta quedaban las boquillas con sus arroyos que bajaban desde la Cañada real Galiana.
En este camino rodeado de olivares y campos de cereal, hicimos la primera parada en la que se comentó la historia del Cerro Santo, cuya toponimia fue en primer lugar el cerro de San Cristóbal, después paso a ser el Cerro del Santo, terminando con el topónimo actual. Tiene una historia interesante, pues en la parte más alta se encontraba la ermita de San Cristóbal, siglo XVI, (todavía se pueden observar algunos restos de tejas y ladrillos). En esta ermita se hacían ofrendas, para rogar al santo que terminasen aquellos años de peste y otras desgracias.
Asimismo, se detalló que Robledillo en esos años tuvo seis ermitas, incluidas las dos citadas: Valdelagua (la más antigua, anterior al año 1450) Santa Ana (la más moderna 1712), La Soledad (antes llamada de la Santa Veracruz), Ntra. Sª. del Rosario y las dos comentadas (S. Roque y S. Cristóbal). Cada ermita contaba con su correspondiente cofradía que se encargaba de su mantenimiento. Hoy solo quedan en pie la de Valdelagua y la Soledad.
Continuando la ruta y llegando al pasadero del arroyo del Val, para continuar por el largo camino que nos llevaría hasta la Vereda de Valdelagua, recorrimos parajes de la Campiña Alta como el Prado del Val, Barranco Hondo, el Coronal, las Póvedas, etc., La fila de los participantes ya se iba alargando, pues al llegar a la vereda casi estábamos en el punto medio del recorrido, cerca de 5 kilómetros.
Desde la Vereda de Valdelagua iniciamos la subida al cerro de Cabeza de la Iglesia cuyo camino se hallaba en muy mal estado, además de la pendiente muy pronunciada, las piedras sueltas dificultaban aún mas su ascenso. Pero todo ello mereció la pena, pues al final de este trayecto la vista del paisaje fue espectacular. Desde el punto mas alto con unos de 950 metros de altitud, el guía comento los parajes y pueblos que se divisaban desde allí: Puebla de Beleña, el aeroclub, Mohernando y el propio Robledillo que ya se podian observar en la lejanía. Debido al tiempo, no se pudo disfrutar de la vista de toda la sierra del pico Ocejón, pues las nubes y nieblas dificultaban estas zonas. La vegetación muy abundante de cantueso, jaras, tomillo y otros árboles como encinas y rebollos deleitaban a los participantes a su paso por el camino.
Remontamos este punto y divisamos una gran llanura, se trataba del llano de Malaguilla a través del cual discurre la Cañada Real Galiana que comienza en Segovia y llega hasta Ciudad Real. De esta cañada con sus 70 metros de anchura, parten transversalmente las distintas Veredas hacia los puntos mas bajos, donde, en otros tiempos recorrían los rebaños de ovejas merinas para aprovechas los pastos de la zona.
Superamos el llano de Malaguilla y retrocediendo un pequeño trayecto para poder coger en camino que nos llevaría a la población de Malaguilla. Ante nuestros ojos aparece el valle en el que se encuentra esta población. Bajamos la pendiente hasta llegar a la fuente y lavadero en las afueras del pueblo. A su lado se plantó el árbol que fue donado por Viveros Sánchez. En este punto ya se reunió la mayor parte del grupo, antes en una larga fila. Desde allí se partió hacia el centro público «teleclub” donde se obsequió a todos los asistentes con un buen aperitivo con bocadillo de chorizo y bebida.
Tras una agradable conversación entre los viajeros, se dio por finalizada esta ruta número 25 organizada por la asociación de varios pueblos de esta campiña alta de Guadalajara.