Las Botargas de Guadalajara fueron declaradas por la JCCM Bien de Interes Cultural (BIC), en la categoría de Bien Inmaterial, en enero de 2.023.
La botarga constituye el elemento folklórico más singular, tradicional y emblemático de la cultura popular en la provincia de Guadalajara, y especialmente en la zona de la Sierra y la Campiña, donde tiene gran arraigo.
Se trata de un personaje, incorporado a las festividades católicas, que aparecen normalmente en invierno, en los meses de enero y febrero y hasta la llegada del Carnaval.
La Botarga de Villaseca de Uceda, según la investigación realizada en 1984 por José Ramón López de los Mozos y Raquel Mateo Viñuelas y la realizada por Juan Sanz Blasco para su libro, publicado en 2005, salía el día de Año Nuevo y el Día de Reyes o Epifanía. Siendo la celebración del día 1 para los mozos y la del 6 de enero para los casados.
El día previo (31 y 5) se celebraba una merienda para todo el pueblo de la que salía quién iba a ser la Botarga. Previamente, todo aquel que quisiera ser la botarga debía ofrecer lo máximo que pudiese, tanto en dinero como en especies, para competir con otros como él, y lograr el cargo, siendo siempre los botargas personas de condición humilde.
FECHA ELEGIDA PARA CELEBRAR LA BOTARGA
Se establece que la celebración de La Botarga de Villaseca de Uceda sea el segundo sábado del mes de enero, posterior a la Epifanía.
No se ha respetado la fecha original (1 y 6 de enero), ya que son fechas familiar y socialmente muy comprometidas y al no tener esta tradición el arraigo suficiente en el pueblo, tememos que la escasa participación redunde en su nueva desaparición.
ELECCIÓN DE LA BOTARGA
Podrá ser elegido Botarga cualquier adulto, vecino o descendiente del pueblo que así lo desee independientemente de cual sea su género o condición económica.
La elección de la Botarga se realizará bianualmente, comprometiéndose la persona elegida a realizar las funciones de la misma, tanto el día de la Fiesta de la Botarga como en aquellas fechas en las que sea requerida oficialmente su presencia como representación de Villaseca de Uceda.
La elección, entre las personas que lo hayan solicitado con anterioridad, la realizará una Comisión constituida previamente.
TRAJE DE LA BOTARGA
El traje, compuesto por chaqueta y pantalón será confeccionado mediante la unión de retales de fieltro (patchwork) de varios colores. Chaqueta de hombros caídos y cuello de tirilla abotonada. El pantalón, será corto, con cordón y goma en la cintura. El conjunto se completará con cinturón de cuero del que colgarán unos cencerros en la parte posterior.
Los complementos de la botarga serán: una cachiporra de madera de olmo con un mochuelo tallado en su base, una taleguilla y gorro en forma de pico confeccionados con la misma técnica y colores que el traje, una máscara que cubre su cara en todo momento, medias blancas y unas abarcas tradicionales.
En cuanto a su celebración, se señala que “la botarga de Villaseca de Uceda se hacía acompañar también por un grupo de danzantes y además de llevar un asador de hierro exclusivamente por la mañana, (su cometido era el atravesar con él todas las donaciones que se le habían ofrecido en la cuestación del aguinaldo), usaba también una cachiporra, en realidad una garrota de pastor terminada en bola, (raíz recortada), que sólo llevaba por la tarde, a la hora de la almoneda. Esta subasta se hacía con todo lo recogido en la ronda que botarga y danzantes hacían por las casas del pueblo”.
La botarga no perseguía a los hombres ni a las mujeres. Sólo a los niños y niñas.
Durante el recorrido por las casas del pueblo, mozos y casados cantaban algunas coplillas, alguna de las cuales se han seguido cantando en Villaseca de Uceda en la festividad del Santo Ángel.
Se celebró, según testimonios, hasta el año 1932.
DESARROLLO DE LA FIESTA
Hará su llegada al pueblo al mediodía, tras ser anunciada con el sonido de un cuerno y lo hará saliendo del monte (donde se oculta) para bajar después por “La Cuesta de las Chaparras”.
A la llegada al pueblo será recibida con música de dulzainas. Se ha compuesto una melodía que ha de convertirse en la banda sonora de este día.
Tras su llegada, recorrerá las calles del pueblo, golpeando con su cachiporra las puertas de las casas, cuyos moradores podrán obsequiarla con viandas que luego se compartirán. En las casas donde no se le abra, dejará un trozo de pan duro.
Una vez se le abra la puerta, La Botarga realizará un breve baile que terminará con una reverencia en agradecimiento por las viandas recibidas.
Durante el recorrido, los asistentes irán al ritmo de la dulzaina cantando coplas creadas para la ocasión.
No hará peticiones económicas a los asistentes y procurará mantenerse en silencio durante toda la jornada expresándose únicamente con gestos y ademanes. Perseguirá a los niños y niñas presentes.
La botarga no estará ligada a ningún acto religioso.
Al terminar el recorrido por las casas del pueblo se despedirá de los presentes para volver al monte, lugar en el que se “esconderá” hasta el año próximo
«Suenan los cascabeles,se oyen los cencerros.
Esta es nuestra Botarga,la de los mochuelos.
Los yayos la bailaban, vuelve esta tradición
y que hasta en Viñuelas se aprendan esta canción».
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