Este año el 29 de septiembre, día de nuestro patrón San Miguel Arcángel, coincidió con el último viernes del mes de septiembre, por lo que ese fin de semana fue el elegido para la celebración de nuestras fiestas patronales. Tras un mes de septiembre algo desapacible con lluvias y algo ya de fresquito, el veranillo de San Miguel llegó otro año más permitiéndonos pasar un fin de semana con un tiempo completamente veraniego. Las calles se encontraban engalanadas con sus banderines de colores y ambientadas por la llegada de todos sus vecinos desde primera hora de la tarde del viernes. Todos se preparaban para lucir sus mejores y más curiosos disfraces para el pregón de fiestas. A las 20h ya se escuchaba el bullicio de la gente agolpada en la plaza del ayuntamiento acompañado de las primeras canciones de la Charanga Q95 de Yunquera de Henares. Ya todos reunidos encontramos a un grupo de Mexicanos, La selección española de fútbol, Peter Pan y toda su tropa Disney, unos granjeros, unos coches de choques y unas cuantas muñecas barbies entre otros, sin olvidarme de los más originales un año más, Los Gancheros del Torote. Después del pregón dado por la nueva corporación municipal, Juan Carlos Gil y Enrique Pascual, se dio el pistoletazo de salida para el desfile de peñas al ritmo de la charanga. Tras el recorrido por las peñas finalizamos en el chiringuito para coger fuerzas y poder continuar disfrutando de la noche. La noche comenzó a ritmo de flamenco de la mano de Adán Carron y terminó con nuestro Dj Berni, artista local, el cual amenizó a los más jóvenes a ritmo de los últimos éxitos. Contamos con la actuación especial de unas sensuales gogos que nos hicieron reír mucho a todos.

La jornada del sábado comenzó con las actividades infantiles, las divertidas colchonetas. Este año contábamos además con un toro mecánico con el que también pudieron disfrutar los no tan niños. Al ritmo de la Charanga Q95 acudían a medio día los vecinos de otros pueblos a disfrutar del vermú. El sol calentaba y animaba a mantenerse bien hidratado, todos buscábamos una sombra en la que cobijarnos, pero era difícil ya que tan solo un árbol en la plaza del ayuntamiento proyectaba una amplia zona de sombra. Como por arte de magia, Nacho apareció con una gran cantidad de sombreros de paja para todos que permitió que todos pudiéramos disfrutar de un rato muy agradable. Tras un respiro para comer y descansar un poco comenzó una tarde repleta de música en Villaseca. A las 18:30h comenzamos disfrutando de un concierto de música tradicional por la Rondalla Casareña amenizado por algunas vecinas que se animaron a bailar jotas. Mas tarde, los encargados de poner el ritmo fueron la Batukada de nuestros vecinos de Uceda, los cuales realizaron un pasacalles muy animado donde pudimos disfrutar de la sus instrumentos de percusión. Por la noche llegó en momento de la Orquesta La Calle, ya conocida en el pueblo la cual ambientó la noche repleta de gente joven. Otra noche más fue Dj Berni quien cerró la noche.

El domingo comenzó con la limpieza de las calles del pueblo por varios vecinos para la última jornada festiva. Los Mahurotos fueron los encargados de despertar a los más trasnochadores con su pasacalles. Los vecinos se arreglaban para acudir a la misa en honor a San Miguel y la posterior procesión que tuvimos a media mañana. Tras ésta, tuvo lugar la tradicional puja de andas por Jacinto y fotografía popular de todos los vecinos en los pórticos de la iglesia. Seguidamente pudimos disfrutar todos los vecinos de una deliciosa paella a cargo del catering Los Balandros de nuestro vecino Yuri en el nuevo local municipal. Las fiestas acabaron con el desmontaje de escenario, banderines y demás elementos decorativos además del triste cierre de peñas por los peñistas. Las fiestas de San Miguel despiden otro año más nuestro verano y nos dejan un muy buen sabor de boca al haber podido disfrutar de nuestras queridas fiestas patronales acompañados de nuestros amigos, familia y vecinos sin ningún incidente. Comienza de nuevo nuestra especial cuenta atrás con nuevas ideas para mejorar al año siguiente.