Villasecanos y villasecanas por fin pudimos disfrutar de nuestra querida fiesta de ¡San Miguel! Y como bien anticipaba el fantástico cartel de fiestas, “no nos da para toro, pero si para mucho cachondeo” y desde luego así fue.
Después de dos años de espera al fin las persianas del Ayuntamiento se subieron anunciando un pregón de fiestas, nos fuimos acercando al consistorio con nuestros disfraces puestos, he de decir, que yo no sé muy bien como llegué hasta allí porque con las gafas que llevaba puestas no veía nada; ni decir tiene que los disfraces no defraudaron, teníamos un circo al completo (segundo premio), griegos, muchos pipis calzas largas, la familia Simpson, la familia británica al completo con la Reina Isabel póstuma (primer premio) y otros que me perdonareis no supe identificar, igualmente originales.
Victor el recién estrenado marido de Paula, fue el encargado de dar el pregón (muy valiente por su parte), fue dinámico, divertido y con un toque melancólico por esos dos años perdidos, y así arrancamos San Miguel con mucho ánimo, risas y ganas de bailar.
Nos fuimos todos detrás de la Charanga “Los Manisseros” a recorrer las peñas, abiertas a toda persona que quisiera pasar a tomar algo o cantar, bailar…., ahí lo de dejo, claro esto conlleva a tener que ir al punto de partida a comer un bocadillo a coger fuerzas para continuar la noche, porque hay que decir que la noche prometía con el grupo “Los Calambres” que nos hicieron mover bien el esqueleto y para los supervalientes más noctámbulos “Disco Móvil DJ Berni”, como no soy tan valiente dejé buena representación y por lo comentado el día siguiente “estuvo genial” (palabras textuales).
Amanecimos el sábado 24 unos antes y otros bastante después, cada uno a su ritmo. Los más pequeños y no tan pequeños tenían castillos hinchables, los peques se lo pasaron genial y los demás disfrutamos viéndolos a parte de tomarnos un vermut con la Charanga “Los Manisseros”. Llegó la hora de comer y descansar un poco para estar en forma para seguir con la fiesta, ya que por la tarde nos esperaba el encierro infantil, gracias a la colaboración de la Asociación Taurina “La Charcuela” y dos actuaciones más, una musical, de Aitana Bernardo, que cantó y bailó estupendamente (permitirme la emoción ser su madres es un orgullo para mi), y otra humorística, que en un principio empezó siendo un monólogo y acabo siendo un diálogo, nos reímos todos bastante, particularmente afirmo que me reí como hacía tiempo.
Acabado el apartado cultural comenzaba el deportivo, famoso partido de fútbol, padres contra hijos del que no os puedo informar, puesto que me fui a descansar, lo que si podemos decir que no hubo lesionados. Seguimos a las once con música de aquellos tiempos amenizado por “DJ Berni”, unos pasos dobles venían bien para calentar motores, para seguir con el baile de la Orquesta “La Calle”. Aunque hacía frío el pueblo se llenó de coches y de gente joven y no tan joven que venían a Villaseca a disfrutar de las fiestas, la orquesta se acabó, pero la fiesta seguía con el “DJ Berni” que cerraba la madrugada del domingo.
Llego el domingo 25 y con él la misa y procesión en honor a San Miguel, día de emociones, el santo recorrió las calles y antes de ser guardado, se realizó la subasta de brazos a cargo de Jacinto, que hay que reconocer que le pone mucha emoción y devoción, consiguiendo una justa subasta. Se me olvidaba comentar que el pasacalle fue animado por los dulzaineros “Los Mahurotos” que son un clásico en este día, tanto que ya se quedan a comer con el pueblo…
Se van acabando las fiestas, nos quedaba la comida popular, que para mi es el mejor momento, disfruto mucho de poder comer todos juntos, es una reunión divertida en el sentido en el que, lo mismo se comparten postres y bebidas, que chistes o inclusive un tenedor, me parece un acto muy familiar.
Las fiestas de San Miguel se acabaron, las disfrutamos, nos reímos, bailamos, nos disfrazamos, comimos, bebimos y lo compartimos.
Quiero agradecer la oportunidad de haber podido plasmar este escrito y decir que me siento una villasecana más, me he sentido así desde el primer día, hace ya más de veinte años.
Gracias a mis suegros Miguel y Marisa, por quererme como lo hacen y a mi marido Luis Miguel y a mis hijas Aitana y Silvia por cuidarme todos los días.
¡¡¡¡¡Viva San Miguel!!!!!!¡¡¡¡¡¡¡Viva Villaseca!!!!!!!!