Buenas a todos los participantes y lectores de Campiñeando.

Soy Jesús Pablo Pereda Bedoya de Valdenuño Fernandez y me han encomendado que si podía hacer un resumen de la experiencia que tuvimos sobre la marcha que se celebró el día 15 de Abril desde Viñuelas a Valdenuño Fernandez.

Me cuesta bastante expresar todas las experiencias de estos encuentros campiñeses pero voy a procurar hacer un pequeño relato de ello.

Comenzamos el día a esos de las 9:30 en Viñuelas donde nos fuimos reuniendo todos los participantes de los diferentes lugares de la Campiña.

Una mañana fresca y en la cual nos dio la bienvenida el DIOS EOLO con su típico viento del norte procedente de nuestra sierra, cosa típica por nuestra comarca.

Después de recoger nuestro pequeño avituallamiento para hacer la marcha comenzamos la ruta. Nuestra primera parada fue en el Molino de Viñuelas actualmente de estilo a los molinos de la Mancha (aunque sus orígenes no tenían nada que ver con el estilo actual). Desde este lugar las vistas del Valle del rio Torote en estas fechas con las flores de las jaras, cantueso y demás plantas silvestres eran espectaculares.

Continuamos descendiendo hasta el valle del rio Torote cruzando por el puente de los ocho ojos donde pudimos apreciar los efectos de la sequía por el mínimo caudal que lleva. A continuación llegamos al paraje de Galapaguillos. En estas dos paradas Julian Pascual-Heranz nos estuvo disertando sobre el Centenario de la muerte del pintor Alejo Vera nacido en Viñuelas y sobre el antiguo pueblo  de Galapaguillos y de sus tierras.

Por cierto actualmente hay una interesante exposición sobre Alejo Vera en el Salón de Linajes del Palacio del Infantado en Guadalajara que estará abierta hasta septiembre y merece la pena ver.

Continuamos la marcha ascendiendo hasta los llanos de Valdenuño Fernandez y acordándonos todos los participantes del DIOS EOLO porque nos iba dando el viento de cara, pero disfrutando de las maravillosas vistas de la sierra con el omnipresente pico Ocejón al fondo. Así llegamos hasta la Laguna Redonda impresionándonos a todos no por la poco agua que tenía debido a esta pertinaz sequía que sufrimos , sino por los alrededores llenos de campos florecidos de colza, lo cual hizo que nuestras nuevas cámaras de fotos o sea los móviles no pararan de dispararse para tener recuerdos del lugar.

En este punto tuve la suerte de poder disertar sobre la laguna Redonda y los orígenes de la colza, cuando se empezó a cultivar por nuestras tierras campiñesas y el problema que hubo a principios de los años 80 con una intoxicación humana por el aceite de colza desnaturalizado.

Aquí tuvimos las curiosa visita de “Ramón” un asno o pollino según los relatos de Cervantes en su universal obra el Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha que prácticamente han desaparecido de estos lugares pero que en nuestros años de escuela era común verlos por nuestros pueblos.

Continuamos la ruta y cuando comenzamos a bajar a Valdenuño Fernandez pudimos ver las vacas y chotos de uno de los ganaderos de nuestro pueblo que causaron sorpresa y sensación en mucho de los participantes.

Al final llegamos a Valdenuño Fernandez donde Plantamos un árbol donado por los Viveros Sánchez en recuerdo de la marcha y tomamos un pequeño  bocadillo y refresco para recuperar fuerzas.

Mi resumen personal es que el paisaje, sus flores, los animales que vimos es todo muy bonito. Pero lo que realmente me agrada de estas reuniones es el clima de compañerismo entre todas las gentes de los diferentes pueblos de la campiña, con la gente hablando de los más variopintos temas de conversación, recordando vivencias pasadas y creando lazos de identidad de nuestra tierra.

Felicitar a los organizadores porque creo que hacen una gran labor para que sean posibles estas marchas o reuniones.

Espero que no haya sido muy pesado con este relato. 

Un saludo